Volcán Chato

Cuando se habla de los volcanes de Costa Rica, el Volcán Arenal suele ser el primero que viene a la mente. Su majestuosidad y actividad lo han convertido en uno de los destinos más icónicos del país. Sin embargo, pocos conocen a su «hermano menor», el Volcán Chato o Cerro Chato. Muchas imágenes del Arenal incluyen a Chato en el fondo, pero su apariencia discreta, más parecida a una colina, hace que pase desapercibido.

Historia y Atributos del Volcán Chato

Según los registros geológicos, el Volcán Chato tuvo su primera erupción hace aproximadamente 38,000 años y su última actividad se registró hace unos 3,500 años. Esta última erupción fue significativa, ya que dio origen a una de las maravillas naturales más conocidas de la región: la catarata La Fortuna. Esta impresionante caída de agua se ha convertido en un atractivo imperdible para quienes visitan la zona.

El Volcán Chato se eleva a 1,140 metros (3,740 pies) sobre el nivel del mar. En su cima, se encuentra una laguna de aproximadamente 500 metros de ancho, con aguas de un hermoso color turquesa debido a su origen volcánico. El volcán Chato recibe su nombre por la apariencia de su cono, dado que su cumbre truncada fue destruida por diversas explosiones. A la lejanía, la cumbre del volcán se perfila de modo que simula una mujer dormida.

Senderismo en el Volcán Chato

Explorar el Volcán Chato a través de sus senderos es una experiencia desafiante pero gratificante. No es una caminata para todos, ya que los senderos son empinados y carecen de barandillas o cuerdas de apoyo. Sin embargo, para los amantes de la aventura, esta ruta es perfecta. Hay dos accesos principales: desde el Arenal Observatory Lodge o desde GreenLagoon Lodge. La caminata dura entre 1 y 2 horas, dependiendo del ritmo del excursionista.

El inicio del sendero se encuentra en la propiedad de Arenal Waterfall Lodge, donde es necesario detenerse en el quiosco y pagar por un pase. Al pagar, se recibe una pulsera y hay un mapa del sendero publicado. El costo de acceso es de 15 dólares, incluyendo acceso a duchas y piscina. Aunque se supone que está prohibido, aún se permite el acceso.

El camino está rodeado de exuberante vegetación, con imponentes árboles y una rica biodiversidad. Durante el ascenso, se pueden observar diversas especies de flora y fauna típicas de Costa Rica. Al llegar a la cima, el esfuerzo se ve recompensado con la vista de la laguna del cráter, un lugar mágico y tranquilo.

Dado el nivel de dificultad de la caminata, no se recomienda para niños pequeños o personas con problemas de salud. En estos casos, es mejor disfrutar del volcán desde miradores en la zona.

Otras Actividades en la Región

El senderismo no es la única opción para disfrutar de la zona. Para quienes buscan aventura, el tour de canopy en Arenal es una experiencia emocionante. Deslizarse en tirolesa sobre la selva tropical ofrece una vista panorámica impresionante de los dos volcanes.

Otra actividad popular es la equitación. Montar a caballo por los senderos del área permite disfrutar del paisaje sin el esfuerzo de una caminata extenuante. Además, es una excelente oportunidad para observar la variada fauna y flora de la región.

¿Por Qué Visitar el Volcán Chato?

El Volcán Chato no solo es una maravilla natural impresionante, sino también un destino conveniente para los viajeros. Se encuentra a tan solo 2-3 horas del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, lo que facilita su acceso en comparación con otros destinos que requieren trayectos de hasta 5 o 7 horas.

Además, su proximidad al Volcán Arenal permite a los visitantes disfrutar de dos volcanes en un solo viaje, una experiencia que pocos pueden presumir. Ya sea por su desafiante sendero, su historia geológica o las múltiples actividades en la zona, el Volcán Chato es un destino para quienes buscan aventura, naturaleza y belleza en Costa Rica.

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