Historia de la Telefonía en Costa Rica, una transformación que refleja no solo avances tecnológicos, sino cambios sociales significativos que han permitido a Costa Rica integrarse plenamente en la era digital.

Los Primeros Tiempos de la Telefonía

En la década de 1880, los costarricenses empezaron a conocer la existencia del teléfono como medio de comunicación. Aunque al principio parecía algo inalcanzable, en 1886 las primeras personas comenzaron a solicitar al gobierno permisos para desarrollar el servicio de telefonía en el país, convirtiendo el poseer un teléfono en un símbolo de estatus social.

La Primera Concesión

Luis Batres García Granados, quien también fue responsable de la iluminación de San José, fue uno de los primeros en promover el teléfono en Costa Rica. Aunque al inicio hubo quienes dudaron de su utilidad, fue gracias a su esfuerzo que, en 1887, Silas W. Hasting obtuvo la primera concesión telefónica, lo cual permitió la instalación de los primeros 50 teléfonos en San José y el establecimiento de una central telefónica en la capital.

A medida que el servicio se extendía, varias empresas hicieron esfuerzos para hacerlo más accesible en San José y las principales ciudades. Las centrales telefónicas atendían hasta las 10 de la noche, y se dejaba a un empleado de turno para responder a llamadas de emergencia. Para 1918, la Compañía de Teléfonos, dirigida por Felipe J. Alvarado, ofrecía servicio a la mayoría de los clientes en el país.

La Lista Selecta de Abonados

En aquella época, el acceso al teléfono era muy limitado y reservado para familias de renombre, incluyendo cafetaleros, empresarios, médicos, abogados y políticos. Algunos abonados destacados incluían a figuras como Otilio Ulate, Rafael Iglesias y Federico Tinoco, quienes estaban identificados con números telefónicos simples.

Desde sus inicios hasta convertirse en un servicio esencial, la historia de la telefonía en Costa Rica refleja cómo este país ha evolucionado y adoptado nuevas tecnologías para mejorar la comunicación entre sus habitantes.