Jazz Café
Las cafeterías en Costa Rica son un reflejo de la diversidad cultural del país. Ofrecen una abundante variedad de comida de todo el mundo, y eso incluye platos tradicionales costarricenses también.
Costa Rica es un país pequeño, pero tiene mucho que ofrecer cuando se trata de cocina. Desde platos tradicionales hasta cocina internacional, encontrará de todo en una de las muchas cafeterías de Costa Rica, por ejemplo: Jazz Café.
El Jazz en Costa Rica
La música jazz se puede definir como una forma de expresión que aún está en evolución. Se desarrolló en el siglo XX y está presente en Costa Rica desde hace más de 100 años. La primera actuación de Jazz documentada en Costa Rica tuvo lugar en 1917 y fue interpretada por una orquesta estadounidense. En la década de 1920, la música Jazz se hizo popular entre los jóvenes interesados en los nuevos sonidos que venían de América. Por último, en los últimos años, algunos músicos han utilizado el jazz para retratar sus propias historias o para contar una historia sobre su cultura o sociedad.
Por otra parte, la música jazz es una expresión de la cultura costarricense. No es casualidad que la primera banda de jazz que tocó en Costa Rica se formó en 1919. De hecho, la llegada de la música jazz se puede atribuir a los Estados Unidos y cómo influyeron en muchos aspectos del país.
Jazz Café
La historia del jazz en Costa Rica es un fenómeno relativamente nuevo. Comenzó hace unos 20 años como una expresión para los jóvenes y se convirtió en una forma de arte. Sin embargo, aún se está descubriendo la oportunidad de que los artistas exploren este género musical en Costa Rica. Hay muchas cafeterías que ofrecen música de jazz en vivo, lo cual es una oportunidad para que estos artistas vivan de su talento.
En otras palabras, con esa idea nace Jazz Café San Pedro, el cual abrió sus puertas a inicios de mayo de 1999 con un concierto de Chucho Valdés & Irakere. De esta forma, lograron atraer a conocedores del jazz latino y la música cubana. Después de esa presentación, el lugar tuvo que cerrarse durante una semana debido a problemas con los permisos municipales.
Su historia fue marcada por las necesidades de los músicos costarricenses. De hecho, 20 años atrás los músicos de jazz podían visitar el país solamente en teatros o bares, y ninguno de los dos espacios era el más adecuado para recibir un concierto “mediano”, dirigido a unas 200 o 500 personas. Es decir, la idea de iniciar el Jazz Café era convertirse en el hogar de la música en vivo de alta calidad, en particular para los géneros que por lo general no tienen muchas oportunidades en otros bares. Afortunadamente, su propuesta fue muy bien recibida por el público, hasta el punto de que la revista Latin Trade, en 2005, fue nombrada la Mejor Barra de San José a partir de una encuesta entre sus lectores.
Autora. Zelda Walters para Sensorial Sunsets.
Fuentes
