Indicadores económicos de Costa Rica
Los indicadores económicos de Costa Rica
Algunos datos en bruto
Costa Rica es la economía número 84 por volumen de PIB.
La última tasa de variación anual del IPC publicada en Costa Rica es de mayo de 2022 y fue del 8,7%.
Costa Rica se sitúa en el puesto 65 del ranking del PIB per cápita y sus habitantes tienen un bajo nivel de vida en relación al resto de los 196 países del ranking. El salario medio de los costarricenses es uno de los más bajos del mundo.
En cuanto al Índice de Desarrollo Humano o IDH, que elabora las Naciones Unidas indica que los costarricenses se encuentran en el puesto 62.
En cuanto al Índice de Percepción de la Corrupción del sector público en Costa Rica ha sido de 58 puntos, así pues, se encuentra en el puesto 39 del ranking (de un total de 180 países).
Costa Rica: un caso de éxito en desarrollo
Costa Rica es una historia de éxito en términos de desarrollo. Es un país de renta media alta, que ha mostrado un crecimiento económico constante en los últimos 25 años.
Como lo indica el Banco Mundial, en Costa Rica, la combinación de estabilidad política, contrato social y crecimiento constante ha dado lugar a una de las tasas de pobreza más bajas de la región latinoamericana, donde la proporción de la población con ingresos inferiores a 5,5 dólares por persona y día se redujo ligeramente del 13,2 al 10,6% entre 2010 y 2019. El éxito del país en las últimas décadas también se refleja en sus sólidos indicadores de desarrollo humano, que han contribuido a que el país ascienda en el ranking mundial, por encima de los demás países de la región.
Costa Rica es además un líder mundial por sus políticas medioambientales, que han ayudado al país a construir una verdadera Marca Verde. El programa pionero de Pagos por Servicios Ambientales (PSA) ha tenido éxito en la promoción de la conservación de los bosques y de la biodiversidad, convirtiendo a Costa Rica en el único país tropical del mundo que ha revertido la deforestación.
Desafíos post-Covid
A pesar de estos logros de Costa Rica, el país se enfrenta a retos fiscales y sociales que se han visto intensificados por la pandemia de COVID-19 que ha afectado fuertemente la economía y la estabilidad social del país.
Según los indicadores del Banco Mundial, los esfuerzos de consolidación fiscal, iniciados en 2018 en Costa Rica, se vieron interrumpidos al desplomarse los ingresos en medio de un aumento de los gastos mientras el gobierno trataba de mitigar el impacto de la pandemia. Las tasas de desempleo casi se duplicaron -superando el 20% a mediados de 2020- y los ingresos familiares disminuyeron a pesar de la respuesta de emergencia del gobierno. Como resultado, la tasa de pobreza se disparó hasta el 16,1%.
A pesar de ello, los buenos resultados económicos de 2021 y la disciplina del gasto permitieron una consolidación fiscal más rápida de lo previsto. Graias a ello, empezaron a mejorar los resultados sociales y del mercado laboral. El Producto Interior Bruto (PIB) se recuperó un 7,6 por ciento en 2021 tras la mayor caída en cuatro décadas en 2020.
Un fuerte repunte de la industria manufacturera, en particular de los equipos médicos, y una recuperación gradual de los servicios y la agricultura elevaron el PIB por encima de los niveles anteriores a la crisis. Sin embargo, aunque el crecimiento se tradujo en la creación de empleo y en el aumento de los ingresos de los hogares, las tasas de desempleo y de pobreza siguen estando por encima de los valores anteriores a la pandemia.
Por otra parte, la desigualdad no ha retrocedido aún, a pesar de que se observó un fuerte descenso en el desempleo hasta el 13,7% en el cuarto trimestre de 2021 (aunque todavía por encima del 11% del cuarto trimestre de 2019), y una disminución de la proporción de pobres (hasta el 11,1%) y de vulnerables (del 35,4% al 34,2%). Actualmente, la crisis sanitaria está controlada, pero deterioró las finanzas públicas y provocó un aumento de la tasa de desempleo (24% de la población activa) y de la pobreza (23% de la población). Esto provocó violentas protestas en el 2020, a pesar de las medidas adoptadas por el gobierno de Carlos Alvarado para ayudar a los más vulnerables. El éxito de la campaña de vacunación (el 80,9% de la población está totalmente vacunada) permitió reabrir el país en agosto de 2020 y reactivar el turismo (7% del PIB).
Los continuos avances en materia de vacunación en Costa Rica y en todo el mundo han permitido una estabilización de la situación. Se ha notado una activación gradual del turismo y de las exportaciones. Se espera que la consolidación fiscal continúe en el actual gobierno de Rodrigo Cháves.
A medida que el mercado laboral se va recuperando, se espera que los índices de pobreza disminuyan. Una mayor reducción de la pobreza requerirá más esfuerzos para incluir a los trabajadores menos instruidos en el sistema económico.
En este contexto de crisis, destacan dos desafíos importantes para el desarrollo: los retrasos en la aprobación de las reformas por parte de la Asamblea Legislativa tras las elecciones de 2022 y las posibles repercusiones de las tensiones geopolíticas, que probablemente elevarán los costos de los alimentos y la energía, impactando más fuertemente a la población con menos ingresos económicos.
Autora: M. Barrantes para Sensorial Sunsets
Referencias
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