El flamenco americano (Phoenicopterus ruber) ha sido avistado por primera vez en Costa Rica, específicamente en Moín, el 28 de septiembre de 2024. Este sorprendente avistamiento ha generado gran interés entre ornitólogos y amantes de la naturaleza, ya que se trata de un visitante raro en la región. Inicialmente visto en la playa, el flamenco posteriormente se trasladó a la desembocadura del Estero Negro, marcando un evento histórico en el registro de especies del país.

Es probable que los fuertes vientos de estos fenómenos meteorológicos hayan alterado las rutas migratorias del flamenco, empujándolo a desplazarse hacia nuevas áreas en busca de refugio o alimento, como ha ocurrido con otras aves

Maylin Mora, Directora Regional del Área de Conservación

Hábitats Favorables en Moín

Aunque no es común encontrar flamencos americanos en Costa Rica, los hábitats de Moín parecen proporcionar un entorno favorable para su estancia temporal. Los flamencos americanos suelen habitar áreas con características específicas que también están presentes en la región de Moín, tales como:

  • Aguas costeras poco profundas: El flamenco se alimenta en aguas someras, donde puede vadear y extraer su comida del sedimento lodoso en el fondo. Este entorno es vital para su dieta, que consiste en insectos, camarones y algas.
  • Humedales salinos o salobres: Estos hábitats, ricos en salinidad, son ideales para la alimentación del flamenco. En su hábitat natural, estos ambientes albergan grandes poblaciones de organismos, como pequeños crustáceos ricos en carotenoides, que influyen en el característico color rosado del flamenco.
  • Lagunas y estuarios: Las lagunas salinas y los estuarios proporcionan un entorno perfecto para la alimentación y, en algunos casos, la reproducción, aunque esta actividad no ha sido observada en el flamenco que llegó a Moín.

Características del Flamenco Americano

El flamenco americano es la especie de flamenco más grande de América y la segunda más grande del mundo. Mide entre 1.20 y 1.40 metros de altura, y los machos suelen pesar alrededor de 2.8 kg, mientras que las hembras pesan unos 2.2 kg. Su color varía desde un suave rosado hasta un intenso carmesí, dependiendo de la cantidad de carotenoides que consumen en su dieta.

Este flamenco se alimenta en aguas con altos niveles de salinidad o alcalinidad, extrayendo nutrientes de los sedimentos del fondo. Su dieta está compuesta principalmente por insectos, camarones, pequeñas plantas, diatomeas y algas. Estos organismos abundan en los hábitats ricos en nutrientes, como los encontrados en las áreas costeras de Moín.

Protección y Conservación

El Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) ha emitido recomendaciones para proteger al flamenco durante su estancia en Costa Rica. Se insta al público a mantener una distancia prudente del ave, evitando molestarla, perseguirla o alimentarla. Asimismo, se aconseja evitar ruidos fuertes y movimientos bruscos, así como la presencia de perros, incluso si están con correa, para prevenir cualquier alteración en su comportamiento.

La presencia del flamenco en la boca del Estero Negro representa una oportunidad única para los científicos y observadores de aves, ya que podrán estudiar cómo se adapta esta majestuosa ave a los nuevos hábitats de Costa Rica. La conservación de estas áreas será clave para garantizar que el flamenco encuentre suficientes recursos alimenticios y refugio durante su estancia temporal.

Este avistamiento es un recordatorio de cómo los fenómenos meteorológicos pueden afectar la biodiversidad y las rutas migratorias de las aves, empujando especies como el flamenco americano a territorios donde no suelen habitar. La protección de estos ecosistemas es vital para asegurar que las especies migratorias encuentren refugio y sustento en su paso por tierras costarricenses.

Sensorial Sunsets